Cuando el cine y la TV nos dieron una dosis de realidad sobre el amor

Cuando el cine y la TV nos dieron una dosis de realidad sobre el amor

El amor, en mi opinión, es como un agujero negro. Todo lo que nos compone queda atrapado en su horizonte de eventos; ahí están girando nuestros sueños, metas, anhelos, ilusiones o expectativas sobre algo o sobre alguien. Sin embargo, no hay una respuesta concreta, una verdad absoluta, sobre de qué se trata realmente esto que nos envuelve y absorbe con una fuerza tan magnética como desafiante, que logra transformar estrepitosamente lo que somos, nuestro tiempo, nuestro espacio. Es también como una masa amorfa que moldeamos a medida de las circunstancias, y podemos seguir dándole nombres y descripciones sin hallar un término que nos deje colectivamente satisfechos.

Y bueno, no solo amamos personas, también amamos lugares, cosas, profesiones u oficios, comidas, mascotas… Pero este capítulo lo dedicaremos al amor romántico, ese que pareciera tener un mayor impacto sobre nuestra existencia ya sea por su presencia, intermitencia o ausencia. Todos tienen una idea sobre este tipo de amor, puedes encontrar miles de reflexiones en la literatura, la filosofía, la ciencia, la música y, por supuesto, en el cine, que es lo que me compete.

Cuando el bloqueo emocional parece la salida fácil

Atravesamos una pandemia de vínculos frágiles, superficiales y fugaces. El amor ha dejado de ser el plato fuerte para convertirse en un simple pasabocas. Delicioso, pero pequeño, se come de bocado sin más. Grey's Anatomy más allá de ser un drama médico, es un drama sobre el romance. Independientemente del contexto en el que se desarrolla cada capítulo, hay algunas frases y monólogos dignos de recordar que nos caen bastante bien para aquellos que reprimimos emociones, que cerramos puertas con mil candados, que nos protegemos a tal extremo de llegar al bloqueo emocional. En el episodio 22 de la séptima temporada, el personaje de la doctora Meredith Grey narra:

“Hay una razón por la que dije que sería feliz sola. No fue porque pensara que sería feliz sola, sino porque pensé que si amaba a alguien y todo se terminaba, quizás no podría superarlo. Es más fácil estar solo porque ¿qué pasa si te das cuenta de que necesitas amor... y no lo tenemos? o ¿qué pasa si te gusta y dependemos de él?, ¿qué pasa si construyes tu vida en torno a ese amor y después todo se desmorona?, ¿será posible sobrevivir a un dolor como ese? La pérdida del amor es como el daño en los órganos, es como morir; la única diferencia es que la muerte es el fin, esto podría seguir para siempre”.

A veces solo preferimos poner punto final al capítulo de nuestra vida romántica porque el dolor se impregna más fuerte que el amor, dura más, es alarmista, nos enferma. Nos hace dudar y sentir inseguros. No deberíamos caer en bloqueos emocionales por miedo a sentir, pero estar en constantes procesos de sanación, también desgasta. ¿Hay salida?

Cuando nuestros amigos nos hacen comprender que ahí no es

Los amigos son el mejor refugio para los males del amor. Ante ellos nos podemos quitar las máscaras y los disfraces, y muchas veces ven antes que nosotros mismos, la cara más cruda de las cosas. En La boda de mi mejor amigo (1997), hay muchos ires y venires en la amistad que sostienen Julianne y Michael. Sin embargo, el corazón de él está con Kimberly, y el de Julianne está hecho un caos. Y aquí va nuestra frase para aquellos y aquellas que deben parar de perseguir a ese amor que no les corresponde, y que todavía no lo han aceptado, aunque es evidente para todos que ahí no es. En una breve llamada telefónica de Julianne a su amigo George, este le dice: “Michael persigue a Kim y tú persigues a Michael, ¿y quién te persigue a ti?”. Se ha dicho todo.

Cuando eres casi todo lo que quiere, pero casi…

How I Met Your Mother (2005-2014). Podemos pasarnos la vida entera y hasta las reencarnaciones, si es que esto existe, discutiendo sobre el final de la serie, pero es harina de otro costal, vamos al grano. En el episodio 1 de la octava temporada, Ted sostiene una conversación con Klaus, el exprometido alemán de su novia. A Ted le interesaba saber por qué si su novia era tan genial, Klaus desistió de casarse con ella.

Klaus: “Hay una palabra en alemán, lebenslsangerschickssalsschatz, y la traducción más aproximada sería: tesoro del destino para toda la vida. Victoria es maravillosa, pero no es mi lebenslsangerschickssalsschatz, es mi beinaheleidenschaftsgegenstand, significa: la cosa que es casi todo lo que quieres, pero no del todo”.

Auch por todas esas personas que sentimos en algún momento que nos faltó un centavo pa’ el peso. Por supuesto, no es nuestra culpa, no es que fuéramos insuficientes. Simplemente, no somos exactamente lo que esa persona en particular quiere, y eso está bien, cada quien con sus gustos y lo que espera del amor. Su opinión o sentimientos no tiene por qué definirnos, y mucho menos, condenarnos.

Sin embargo, esta escena nos deja muchas enseñanzas. Klaus y Victoria no tuvieron la decencia y el respeto de decirse que no se amaban. Ambos se plantaron en su boda, pensando que el otro los estaría esperando en el altar. Ella huyó de su compromiso por irse con Ted, y Klaus escapó porque sentía que Victoria era solo un casi. No hubo madurez emocional por parte de ninguno para terminar su historia, y esto sí que deja un sinsabor. Un día, aparentemente eres todo lo que alguien quiere y al final resulta que no, y prefieren desaparecer a decírtelo.

Cuando pensamos en el ¿qué hubiera pasado si...?

Puede que la perfección no exista, pero Vidas pasadas (2023) sí que se le acerca. La película de Celine Song es sencilla, pero brillante; exquisitamente escrita y ejecutada desde todos los ángulos. La historia de un amor que pudo haber sido, pero que no fue… cómo nos duelen estas cosas, ¿no? Pero pasan todo el tiempo. Aquí hay una escena en particular que es dura y parte el alma, como diría mi mamá. Nora, quien se mudó de Corea del Sur a Canadá cuando apenas era una niña, ahora vive en Estados Unidos con su esposo, de quien verdaderamente está enamorada. Sin embargo, tras muchos años de reconectar y desconectar, vuelve a entablar comunicación con su antiguo interés romántico, Hae Sung, quien viaja desde Corea hasta Nueva York para verla, y aquí la señora frase:

“Me alegra haberte visto, y gracias por presentarme a tu esposo. No sabía que me dolería tanto que tu esposo me cayera bien. Cuando dejamos de hablar, te extrañé mucho… Pero la verdad que descubrí aquí es que tenías que irte porque así eres tú, y la razón de que me gustaras es que eres tú, y tú eres alguien que se va”.

Antes de soltar estas palabras, Hae Sung se preguntó todo lo que pudo haber pasado si tal cosa o tal otra hubiera ocurrido con ellos, si se hubieran casado, si quizás hubieran tenido hijos… Lo mejor de esta historia, pese a la enorme nostalgia que se guardan, es que ambos aceptan su realidad. Cada quien debe seguir con su vida, y están tranquilos al respecto. A veces puedes amar mucho a alguien, pero eres consciente de las enormes diferencias que tienes con él, ya sea en proyectos, en formas de vivir, de pensar… No hay manera de hacer encajar todas las fichas en ese rompecabezas, y aunque lastime, solo puedes enfocarte en ti y continuar hacia adelante. El primer amor duele como si se tratara del último, pero oye… ¡todavía hay mucho más por sentir!

Ahora cuéntanos, ¿qué peli o serie te dio una dosis de realidad sobre el amor?

Por: Julieth Castaño (La Mamba)

 

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