Estos personajes del cine te darán los mejores consejos para la vida

Estos personajes del cine te darán los mejores consejos para la vida

Estoy tan acostumbrada a la catástrofe que cuando me pasan cosas buenas no consigo disfrutarlas. Es como si tuviera atada a la cintura un ancla que me empuja a lo más profundo de un océano de pensamientos intrusivos: ¿Cuándo esto va a terminar?, nunca voy a salir del pozo, la vida es demasiado tortuosa, no conseguiré superarlo, ¿es acaso una herencia nefasta de famlia?, ¿es energético? Siempre me transporto a una frase de Rosalía en Como un G: “Estoy triste si pienso en lo bueno que tengo que no puede durar”. La llevo tatuada a fuego. Y el cover que hace Babi de Niebla se siente como una bala: “Siempre hablo de huir y alejarme, yo solo quería sentir a centímetros, estoy en mi mundo caótico, todo tiene un final fatídico. Y los problemas me vuelven minúsculo, esto me pasa por ser melancólico. Estoy obsesionado, tirado por cualquier lado”.  

¿Estamos viviendo o sobreviviendo? Es una pregunta filosófica, política, social y económica que nos daría para años de debate. Y aunque muchas veces nos hundimos durante horas en las redes sociales buscando algo de ‘alivio’, distracción o entretenimiento, lo cierto es que esto no deja de ser un pajazo mental. Además, te encuentras con miles de videos de gente que te dice qué sentir y cómo sentir. Mal si te permites estar triste, pero también está mal si eres muy positivo, mal si te desahogas con tus amigos una y otra vez sobre lo mismo porque pasas a ser una 'quejetas', pero también mal si te aíslas y te cobijas con tu derrumbe de emociones. ¿Hay acaso alguna salida correcta? Muchas veces las redes sociales te hacen sentir peor de lo que ya estabas, culpable, fracasado. 

El mundo aterra, el sistema aterra, la sociedad aterra, pero siempre podemos encontrar otra suerte de refugios para nuestra mente y corazón, por ejemplo, en las artes. Y como no podía ser de otra manera conmigo, en el cine (aquí tienes otro de mis blogs: Cuando el cine y la TV nos dieron una dosis de realidad sobre el amor). Verdaderamente, hay personajes que se llegan a sentir tan cercanos con lo que dicen, que por segundos una se mimetiza con la historia, como si de repente se hiciera una intersección entre la película y nuestra realidad, y justo ahí en el medio estamos nosotras con el personaje en cuestión hablándonos claro y conciso para agarrar ese remo y seguir navegando en nuestro mar de existencialismos, miedos y dudas.

Deja de esperar que alguien te salve

En Hasta el hueso (2017), Ellen (Lily Collins), una chica con anorexia nerviosa, sostiene una conversación con su doctor, William Beckham (Keanu Reeves). Ella está hecha un desastre sin entender el sentido de muchas cosas que están pasando, a lo que él responde: Deje de esperar a que la vida sea fácil. Deje de esperar que alguien la salve. No necesita que otra persona le mienta. Las cosas no cuadran, pero usted es resiliente. Afronte las duras realidades y podría tener una vida increíble”.

La vida, como se dice, es de subidas y bajadas. Estamos en un tour de ciclismo enfrentándonos a puras etapas de montaña, en constante ascenso, uno que otro terreno plano y volver a subir por entre rocas, pantanos y todo tipo de superficies batallando con la bipolaridad del clima. Las piernas duelen, se encalambran, el aire falta, la mente ataca, pero nadie subirá esa bicicleta por ti. Las redes de apoyo a nuestro alrededor, igual que en los equipos de ciclismo, son fundamentales; pero nada de eso servirá si no eres tú la primera persona en decidir luchar por sí misma. Tristemente y por más que quisiéramos, huir de nuestra propia persona no está contemplado en el contrato que tenemos con la vida. Eres tú con tú desde siempre y para siempre, ya sea con tu bicicleta, con tu maleta llena de sueños, de problemas, la carga sobre tus hombros o como le quieras llamar. A la única persona que, por nada, absolutamente nada, puedes abandonar… es a ti.

 

Nunca es demasiado tarde para ser quien quieres ser

El curioso caso de Benjamin Button (2008), dirigida por David Fincher, es un peliculón de peliculones. Inspirada en el cuento de F. Scott Fitzgerald, la historia nos presenta a Brad Pitt en la piel de Benjamin, quien nos dejó señores consejos del tamaño de este: Nunca es muy tarde, o en mi caso precoz, para ser quien tú quieras ser. No hay límite de tiempo, empieza cuando quieras, puedes cambiar o seguir igual, la vida no tiene reglas... espero que veas cosas que te sorprendan... espero que estés orgullosa de tu vida, y si descubres que no, espero que tengas la fuerza y empieces otra vez".

¡Hay tanto valor en tan escasas palabras! Primero: ¿qué es el tiempo? Esta pregunta le ha sacado canas, y hasta dejado calvos, a todos los científicos y científicas. El tiempo es uno de los misterios mayores que tenemos en nuestros pendientes a resolver como humanidad. Como hemos podido, nos las hemos arreglado para vivir bajo el mandato de las 24 horas y moviéndonos inevitablemente hacia el futuro, siendo imposible retroceder hacia el pasado. Entonces, ¡no hay límite de tiempo! ¡la vida es ahora! No te rompas tanto el coco esperando el momento perfecto para empezar porque eso no existe, solo te hará procrastinar mientras la espera se convierte en alimento para tus miedos y frustraciones. Además, da igual si te consideras muy inexperto o muy viejo. Ve a tu tiempo, todos tenemos un relojito personalizado. Mientras cumplimos con nuestras obligaciones en el tiempo general, trabajamos en nuestras pasiones con nuestro tiempo individual. 

Y, bueno, puedes cambiar o seguir igual. Esa decisión es netamente tuya. Hoy como estamos muy musicales, la frase me recuerda a una canción de Calle 13: “Si quieres cambio verdadero, pues camina distinto”. ¿Estás aburrida con lo que ha sido tu vida hasta ahora? Trata de cambiar algo de tu rutina, puedes empezar por cosas pequeñas, experimenta, no te frenes, no seas tú misma quien construya los obstáculos. Y si te sientes frustrada, respira, tómate un cafecito caliente que te abrace las entrañas, y reúne la fuerza de empezar de cero otra vez, no importa si esto lo tienes que hacer todos los días (te lo digo yo que ando en una rachita de aquellas 😉). Y como una galleta de la fortuna me dijo alguna vez: "Si quieres algo que nunca tuviste, debes hacer algo que nunca hiciste". 

Tómate un descanso de querer controlarlo todo

Passengers (2016), con Chris Pratt y Jennifer Lawrence. Aquí tenemos a un barman que aconseja al personaje de Pratt y, de paso, a nosotros como espectadores: “Tú sientes que deberías estar en otro lugar… si pudieras chasquear los dedos y aparecer donde quisieras estar, apuesto a que te sentirías igual: en el lugar equivocado. Te enfocas tanto en donde quisieras estar, que olvidas como sacar provecho del lugar en el que estás. Deja de preocuparte tanto por lo que no puedes controlar, vive un poco”. 

Esta escena me recordó a una charla que tuve con mi psiquiatra hace unos años, yo sentia que mi TOC no me apagaría tanto la vida si yo hubiese sido actriz, que era mi sueño. Sentía que el solo hecho de dedicarme a lo que me apasionaba haría mi vida menos pesada, al menos tendría unos destellos de felicidad. Sin embargo, mi psiquiatra me aterrizó en la realidad diciendo que, de todos modos, de haber cumplido mi sueño sería una actriz con TOC, y lo que realmente opaca mis colores es el TOC, independientemente de a lo que yo me dedicara, mis preocupaciones serían otras, pero al final, preocupaciones.

Muchos, quizas todos, vivimos más en nuestra imaginación. Fantasear no está mal, pero solemos hacernos un ocho con tantos problemas imaginarios que nos olvidamos de ocuparnos del aquí y el ahora. Alguna vez leí por ahí algo que decía más o menos así: "Se nos va la vida mientras soñamos con tener otra". 

Obsesionarnos con el control es una adicción, una enfermedad. Está bien que tengamos momentos en que sentimos que lo odiamos todo, maldecimos y nos quejamos. Es parte del proceso. Sin embargo, mientras vivimos la vida que ahora mismito tenemos, aunque no nos guste del todo o no nos guste nada, podemos explorar todas las salidas posibles rumbo a esas metas y sueños que nos mantienen viva la ilusión, con paciencia, con amor y autocomprensión. No todo va a salir tal cual lo planeamos porque el control absoluto no es de nuestra propiedad, da igual si tenemos todo el dinero del mundo, no podemos comprarlo. Algo de lo que tienes ahora es comida y gasolina para ir construyendo lo que deseas obtener mañana. Vamos día con día, y deja de obsesionarte y autoflagelarte pensando en todas las vidas posibles que podrías haber tenido, solo concéntrate en la que tienes ahora y ahí a tus tiempos, ritmos y velocidades, la vas puliendo, decorando. 

Ahora bebesukis, cuéntenme ¿cuál es su personaje de confianza en el cine?, ¿quién de qué serie o película considerarían que podría ser su mejor amigo/a si existiera en la vida real? Lxs leooo. 

 

Por: Julieth Castaño (La Mamba)

 

Regresar al blog

Comparte tu opinión